El proceso
de socialización del ser humano, confluye una serie de aspectos que determinan
la formación de grupos sociales específicos. Estos aspectos están ligados a
creencias, costumbres y valores, los cuales regirán las relaciones entre los
miembros de cada grupo, delimitando las
acciones permitidas de las no permitidas, lo positivo de lo negativo.
Esto
indica, que ante las normas y valores existen contrariamente, los antivalores.
Los valores
“son cualidades. Son creencias personales o colectivas, acerca de orientar la
conducta. No tienen existencia real sino virtual”, (Gamargo Carmen 1998).
Los antivalores
se corresponden con los valores de signo negativo, lo que significa que hay una
polaridad entre conceptos, valor y antivalor.
La realidad
venezolana actual, refleja sin necesidad de realizar estudios científicos el desarraígo
de esos valores ante el florecimiento de
antivalores.
Se perciben
día a día en todos los niveles de la sociedad, con una naturalidad tal que
alcanzan, y en algunos casos, rebasan los límites del descaro y la desvergüenza.
Es así
como surge, la nueva reforma educativa basada en la transversalidad, dentro de
la cual se incluye el eje valores.
Si bien
es cierto, el hecho de enseñar valores constituye un proceso lento y delicado,
si se toma en cuenta que en ciertas ocasiones son debatido por los distintos
medios de comunicación, sin olvidar el poder que éstos ejercen sobre la
población; no se debe evadir la responsabilidad que tiene la escuela a través
de los docentes, quienes deben añadir una porción incalculable de paciencia y
el doble de constancia, sumado a ello el amor al trabajo que realizan, si se
desea realmente cambiar el rumbo hacia donde el destino de esta sociedad.
Ahora
bien, reflexionemos un poco y démosle respuesta a ciertas interrogantes que puedan
surgir, he aquí algunas: ¿Estamos los docentes preparados y deseamos asumir el
reto? ¿Poseemos valores bien formados? ¿Podemos dar lo que no tenemos?
En una
oportunidad alguien dijo; “la solución de un problema genera otros problemas”…
Se ha reformado el Currículo Escolar, dando respuestas a las exigencias que los
tiempos actuales suponen; y por otro lado, se ha comprobado que el soporte
técnico es inefectivo e inoperante, si los encargados de ponerlos en práctica y
llevarlo a la acción no asumen una actitud seria y responsable que les permita
actuar con propiedad y adecuación ante una determinada situación.
Quizás
el meollo está allí, y un problema generado sea a renuncia al cambio, no
actuando según los requerimientos del Currículo Básico Nacional y otro aún
peor, la existencia de una congruencia entre lo que se dice y lo que se hace.
Es por
ello, que una vez más, los invito a que reflexionemos y revisemos detenidamente
nuestra actuación, a fin de que en la medida de lo posible seamos del tamaño de
nuestros compromisos y podamos ganarnos merecidamente el calificativo de,
Maestros.
Fuente:
Regaldía Ríos Yusmery
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